" Enganchaos" nos quedamos al buen rollo de La Pegatina.
El plan era perfecto, había que sorprender a los chicos y chicas de la
Aldea con el grupo.
Teníamos que guardar el secreto, "todos sabemos lo difícil que es
guardar un secreto en la Aldea", con este, lo conseguimos.
Se convoca una asamblea con Carmen Nicolas, la directora, y se les avisa
de que después habrá merienda.
El tema se desconoce, las especulaciones por parte de los chicos
empiezan a crecer según se acerca la hora.
Mal comportamiento, algún parte del instituto, los pisos para cuando
salgan de la Aldea..... cada uno se monta su historia.
Nada mas salir del autobús, todos acuden a la cita sin pasar por casa,
sentados esperan una charla de nadie sabe que tema.
Solo saben que después hay merienda y eso los desconcierta más, lo que
ninguno se puede imaginar es que esta merienda tenia regalito dentro. Esta
merienda tenia......... "La Pegatina".
Entran por la puerta
todos los componentes menos uno que no puede acompañarnos debido a un problema
en la garganta. Con un nudo en la misma se quedan algunos de los sorprendidos,
otros aplauden, otros lloran....
El momento ha sido único,
muy especial.
Tener tan cerca al grupo
que tantas veces han cantado sus canciones, les ha dejado sin palabras por un
momento.
La sencillez y la
cercanía de Rubén el guitarra y cantante del grupo a la vez que uno de sus
creadores, hace que poco a poco vayan cogiendo confianza y se lancen a
preguntar todo lo que se les pasa por la cabeza.
Después de una batería de
preguntas, se cuelgan los instrumentos y nos dan un concierto con peticiones
incluidas.
Ahí es cuando el grupo
descubre que en la Aldea también tenemos artistas, Javi se anima y canta
con ellos sus temas, con una base
de rap improvisada y sin cortarse, nos rapea dejándonos con la boca abierta a
todos los asistentes. Pero... no queda ahí todo el arte, piden voluntarios para
bailar y todas las miradas apuntan a Cheriff que no duda ni un segundo en
ponerse a mover el esqueleto, de esta forma consiguió arrancarnos una sonrisa
con su particular y divertida forma de bailar.
Ya tienen a uno cantando,
otro bailando y los demás haciendo palmas, así que ¡retiramos sillas y todos a bailar!
Como si la plaza de un
pueblo se tratase en una fiesta mayor, nos vemos todos bailando, con una
sonrisa en las caras y olvidándonos de los problemas del día a día.
Cuando la fiesta esta
apunto de acabar, una última canción a tiempo de vals muy marchoso, sirve de
fin de fiesta.
Solo queda
merendar, las fotos y despedirlos en su gran furgoneta roja.... pero no, hay merienda, hay fotos, pero la despedida no
llega todavía.
Con el bizcocho en la
boca y en zumo en la mano los "secuestran" para jugar un partido de
futbol, se hacen tres equipos y !! a jugar ¡¡¡¡¡
Se acabaron los partidos,
ahora si, las fotos y más fotos, fotos individuales, de grupo.....
Llega la hora de la
despedida, reparten pegatinas, arrancan la furgo y dejan en el ambiente la sensación
de habérselo pasado tan bien como nosotros.
Desde aquí agradecer a La
Pegatina el regalo que nos hicieron, su tiempo, su presencia, su música. ¡Gracias chicos de parte de todos los que
disfrutamos de esa tarde!
Oscar Casado